SUMISION DE MICHEL HOULLEBECK Anagrama. Leido en 2015
Al contrario que ellas, yo no podía hablar de ello con nadie, puesto que las conversaciones sobre la vida íntima no forman parte de los temas considerados admisibles en la sociedad de los hombres: hablan de política, de literatura, de los mercados financieros o de deportes, según su naturaleza: guardan silencio sobre su vida amorosa, hasta su último aliento.
El amor en el hombre no es más que agradecimiento por el placer que se le ha dado, y nunca nadie me había dado tanto placer como Myriam.
Cuando uno calla metódicamente mirando con fijeza a los ojos del interlocutor, dando la impresión de estar bebiendo sus palabras, las personas hablan. Les gusta que las escuches, es algo que saben todos los investigadores, todos los escritores y todos los espías.
Una pareja es un mundo, un mundo autónomo y cerrado que se desplaza dentro de un mundo más vasto, sin verse realmente afectado.
Mi estancia sería agradable, presumió el taxista: era un lugar tranquilo y la comida deliciosa,. Me di cuenta en el momento en que lo decía que no solo lo pensaba sino que lo deseaba, que formaba parte de esa gente tan poco numerosa que se alegra a priori de la felicidad de sus semejantes, en resumidas cuentas, era lo que se llama un buen hombre.
Las voces de los monjes se elevaban puras, humildes y benignas en el aire gélido, estaban llenas de dulzura, esperanza y expectativa. El señor Jesús tenía que regresar, pronto regresaría, y el calor de su presencia ya colmaba de alegría sus almas, ése era en el fondo el único tema de aquellos cánticos, cantos de espera orgánica y dulce. Nietzche dio en el clavo, con su olfato de viejo cabrón: el cristianismo era en el fondo una religión femenina.
Es la sumisión, … la idea asombrosa y simple, jamás expresada hasta entonces con esa fuerza, de que la cumbre de la felicidad humana reside en la sumisión más absoluta. Es una idea que no me atrevería a exponer ante mis correligionarios, que quizá la juzgarían blasfema, pero para mi hay una relación entre la absoluta sumisión de la mujer al hombre, y la sumisión del hombre a Dios, tal como la entiende el Islam. El Islam acepta al mundo, tal cual. Para el budismo el mundo es dukkha. Inadecuación, sufrimiento. El cristianismo manifiesta serias reservas: ¿acaso no califica a Satán de príncipe del mundo? Para el Islam la creación del mundo es perfecta, es una obra maestra absoluta.
… poco importa si bien o mal, el pasado es siempre bonito, y también el futuro, sólo duele el presente y cargamos con él como un absceso de sufrimiento que nos acompaña entre dos infinitos de apacible felicidad.
En el caso de los mamíferos, y teniendo en cuenta el tiempo de gestación de las hembras, comparado con la capacidad de reproducción casi ilimitada de los machos, la presión selectiva se ejercía principalmente sobre los machos. La desigualdad entre los machos – si a uno se le concedía el goce de varias hembras, otros forzosamente se vería privados de ellas – no debía verse como un efecto perverso de la poligamia, sino como pura y llanamente su objetivo real. As´ se cumplía el objetivo de la especie.
La selección natural es un principio universal que se aplica a todos los seres vivos. El hombre es un animal, por descontado; pero no es un perrito de la pradera ni un antílope. Lo que le garantiza su posición dominante en la naturaleza no son las garras, ni los dientes, ni la rapidez de su carrera. Es ni más ni menos, su inteligencia. Por eso no hay nada anormal en situar a los profesores universitarios entre los machos dominantes.